EDUC 708
Universidad del Turabo, P.R.
Por: Wendy Báez
Profesora: Dra. Neida Soliván
2010
LA ÉTICA INFORMÁTICA EN EL ÁMBITO PROFESIONAL
La ética a mi entender, consiste en llevar a cabo a una fidelidad de compromiso y hacer las cosas en el orden correspondiente para no perder la credibilidad como profesional. Para las (os) Licenciadas (os) en Información Científica-Técnica y Bibliotecología, Yuniet Rojas Mesa, Guzmán Cabrales Hernández, Orlando Gregorio Chaviano, Magday Santos Jiménez y Ana María Molina Gómez (2004), la ética es la ciencia que trata sobre la moral (moralidad). Como filosofía de la moral, se pregunta: por qué se consideran válidos unos comportamientos y otros no; compara las pautas morales que presentan diferentes personas o sociedades, busca su fundamento y legitimación; investiga aquello que es específico al comportamiento moral; enuncia principios generales y universales inspiradores de toda. A esto añaden la Licenciada en Bibliotecología y Ciencia de Información, Yaniris Rodríguez Sánchez, la Doctora en Ciencias de la Información, María Elena Mesa Fleitas y la Doctora en Ciencia Biológicas, Ernestina Álvarez Solórzano (2006), ” Los deberes morales constituyen un eslabón fundamental en la formación de la ética individual. Esta, sin embargo, no puede valorarse como un elemento singular y aislado, sino que debe apreciarse como el resultado de la suma de una serie de procesos en los que prima la interacción de diferentes éticas individuales”.
Los maestros bibliotecarios al ser especialistas de la información tienen la responsabilidad de cumplir con la ética en todo el sentido de la palabra y más aun llevarles el mensaje a los estudiantes cuando estén redactando sus trabajos a ser éticos y dar las acreditaciones correspondientes de donde extrajeron la información. Por esta inquietud Rojas et al. (2004) en su artículo muestra lo siguiente:" Existen, desde hace algunas décadas, evidencias que demuestran la preocupación de los bibliotecarios por el prestigio, la disciplina y el establecimiento de principios básicos para obtener una práctica y un comportamiento mejor de sus especialistas. Numerosos son los códigos de ética establecidos por diversas organizaciones nacionales e internacionales con dichos propósitos. El primer código deontológico elaborado por los bibliotecarios, se gesta desde 1939 y se publica en 1948, por la Asociación de Bibliotecarios Americanos (ALA). Posteriormente, surgen otros códigos de ética para bibliotecarios en otras latitudes, entre ellos pueden mencionarse: el código brasileño de 1986, el de Jamaica de los años 90. El código mexicano, aprobado por el Colegio Nacional de Bibliotecarios en 1992 y el de Hong Kong en 1995. En Europa, surgen otros de cortes y planteamientos diferentes:
Croacia, 1992; Eslovenia, 1995; Italia, 1997; Suiza 1998; etcétera.” También para Rodríguez et al. (2006) en su investigación menciona sobre los bibliotecólogos lo siguiente: “La Bibliotecología y la Ciencia de la Información como rama de la Ciencia no permanecen exentas de los problemas éticos. El profesional de la información, en este caso, es el responsable de cumplir los acuerdos ético-filosóficos de esta esfera como administrador, comunicador, educador, difusor de información y como preservador del patrimonio cultural. Tiene una responsabilidad ineludible ante la comunidad a la cual presta sus servicios, una actividad que debe sustentarse sobre principios éticos y filosóficos.”
El profesional de la información debe estar siempre disponible al cambio para atender y aprender las nuevas tendencias electrónicas que van llegando para estar al día con la tecnología y ofrecer un servicio de excelencia para ayudar a otros a introducirse en el mundo informático, siempre teniendo en cuenta la ética profesional dentro de su área laboral como personal. Como menciona Rojas et al. (2004), los cambios en el contexto de la actividad informativa exigen modificaciones en la forma de enfrentar el trabajo y, por ende, en la ética del trabajador de la información, que no consisten en variaciones de la esencia moral, sino en la introducción de nuevas conductas éticas necesarias para un renovado entorno. También incluye en su artículo unos requimientos de SLA que dice: De acuerdo con la Special Libraries Association, los profesionales de la información requieren:
Sentido de compromiso con la excelencia del servicio.
Capacidad para enfrentar y buscar el reto, así como para identificar nuevas oportunidades dentro de la biblioteca y fuera de ella.
Visión amplia
Facilidad para buscar asociaciones y alianzas.
Habilidad para crear ambientes de mutuo respeto y confianza.
Habilidades para comunicarse.
Saber trabajar bien en equipo.
Tener espíritu de líder.
Saber planificar, priorizar y enfocar los aspectos más críticos.
Estar comprometidos con la formación continuada y el desarrollo de su carrera profesional.
Habilidades para los negocios y para captar las nuevas oportunidades.
Reconocer el valor de la cooperación y la solidaridad entre los profesionales.
Ser flexibles y tener una actitud positiva ante los continuos cambios.
Rodríguez et al (2006) añade en a través de su ARTÍCULO que: Al analizar el desempeño moral del bibliotecario en la recolección, procesamiento, generación y difusión de información, se evidencia que intervienen diversos procesos que requieren actitudes pertinentes para efectuar esta actividad de manera perfecta. Algunas de ellas son:
• Se debe mantener una actitud disciplinada y organizada en el trabajo para evitar que la información recolectada no sea inadecuada.
• Se han de anular estereotipos existentes por la práctica de religiones diferentes por cuestiones raciales o diferencias socio-políticas.
• El personal debe identificar las necesidades de información en caso que el usuario no sepa expresarlas debidamente.
• Se ha de incentivar la duda científica que puede ser cubierta por el análisis de la información existente.
• Se ha de mantener una postura flexible a las críticas y aceptar éstas como procesos constructivos que mejorarían la cotidianidad de la labor bibliotecológica.
• Se debe establecer una familiarización entre el usuario y el centro.
• Se ha de proporcionar la comodidad de la expresión oral para solucionar el desconocimiento, sea para el manejo de la tecnología del centro o para la localización de la información.
• El profesional de la información debe conservar una apariencia afable y netamente profesional.
• Se ha de evitar subestimar al usuario.
• Se ha de evitar la resistencia al cambio.
• Se debe mantener una superación constante.
• Se ha de tomar interés en el asunto de investigación planteada por el usuario, etcétera.
El profesional de la información debe mostrar una conducta de ética en la realización de su trabajo. Tener en mente el compromiso que tiene, mantener una imagen y dar a conocer sus conocimientos basados en hechos que respalden su desempeño como profesional de la información.
Referencias Bibliográficas
Rodríguez Sánchez, Y., Mesa Fleitas, M. E. & Álvarez Solórzano E. (2006). La ética del profesional de la información ante la nueva sociedad del conocimiento. Recuperado de:
http://www.bvs.sld.cu/revistas/aci/vol14_1_06/aci12106.htm
Rojas Mesa, Y., Cabrales Hernández, G., Gregorio Chaviano, O., Santos Jiménez, M. & Molina Gómez, A. M. (2004). La ética: un nuevo reto para el profesional de la información en el siglo XXI. Recuperado de:
http://scielo.sld.cu/pdf/aci/v12n2/aci10204.pdf